El golfo de California, también llamado mar de Cortés o mar Bermejo, es una extensión del océano Pacífico y se ubica entre la península de Baja California y los estados de Sonora y Sinaloa, al noroeste de México. En su extremo norte se encuentra la desembocadura del río Colorado.
En sus aguas se encuentran las siguientes islas pertenecientes al estado de Baja California y administradas por el municipio de Mexicali: la isla Ángel de la Guarda, Montague, Gore, Consag, El Huerfanito, Miramar, Coloradito, Encantada, Pómez, San Luis, Mejía, Granitos, Navío, Pelícano, Alcatraz, Coronadito, Smith, Pond y el grupo de islas e islotes que se encuentran dentro de la bahía de los Ángeles.
Al estado de Baja California Sur pertenecen las islas de: Carmen, Cerralvo, Coronados, Espíritu Santo, Monserrat, Partida, San Diego, San Francisco, San José, San Marcos, Santa Catalina, Santa Cruz; y al estado de Sonora: la isla Tiburón, que es la más grande de México con una superficie de 1208 km².
En sus costas, los puertos más importantes son: Puerto Peñasco, Guaymas, San Felipe, La Paz, San José del Cabo, Santa Rosalía y Topolobampo.
Las mareas de este golfo se encuentran entre las mayores del planeta, pues se han medido fluctuaciones de hasta nueve metros en su extremo norte. Goza de una inmensa concentración de organismos microscópicos y de una extraordinaria diversidad biológica gracias a la abundante luz solar y a las aguas ricas en nutrientes.
Estos factores, así como las aguas cristalinas, impulsaron al oceanógrafo Jacques-Yves Cousteau a llamar a este lugar "el acuario del mundo".
Su nombre proviene de California, nombre que le dio Hernán Cortés a la península que originalmente pensó como una isla. Su nombre en kiliwa es Ja' Tay Eñoom (mar del Oriente) y Xepe (mar) en seri.
La formación del golfo de California inició hace unos 130 millones de años, en plena era Mesozoica, debido a que una masa de tierra, que posteriormente sería la península de Baja California, empezó a separarse del continente a causa de una serie de movimientos tectónicos originados por lo que hoy conocemos como falla de San Andrés.
El mar de Cortés adquirió sus características actuales hace aproximadamente 4,5 millones de años. Desde entonces hasta ahora, la península se ha desplazado 650 kilómetros y el movimiento aún continúa y se calcula que dentro de algunos millones de años se separará totalmente del continente, volviéndose una isla, con lo cual se hará realidad el mito de los navegantes del siglo XVII.
El mar de Cortés fue nombrado así en honor de Hernán Cortés por Francisco de Ulloa en 1539. Originalmente Ulloa creyó que el golfo conducía al mítico estrecho de Anián, el cual se pensaba conectaba el océano Pacífico con el océano Atlántico. Melchor Díaz hizo exploraciones extensivas de la zona en 1540, incluyendo incursiones en el río Colorado.
El 15 de julio de 2005 las islas del Golfo de California fueron declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad en su categoría de bienes naturales, bajo la denominación de Islas y áreas protegidas del Golfo de California.
El área se ha convertido en uno de los destinos favoritos de los turistas de la región e internacionales, dado que integra formaciones rocosas singulares, además debido a la presencia de diferentes tipos de ballenas que arriban al inicio de cada año.
Los bancos de perlas descubiertos cerca del puerto de Santa Cruz, hoy La Paz, en Baja California Sur, y tal vez la exageración, denominador común de muchas de las crónicas escritas durante la conquista, fueron motivo para que los turistas se interesaran aún más en viajar a la zona. En esas islas californianas se pueden encontrar una gran variedad de plantas y animales endémicos como: cactos, reptiles, mamilarias, liebres negras, biznagas, golondrinas, iguanas, lagartijas, serpientes, víboras de cascabel, ratones, garzas, gavilanes, pelícanos, entre otras especies.
La zona alberga cerca del 40% de las especies de mamíferos marinos que existen en el mundo, y un tercio del total de las especies de cetáceos además de ser el único lugar en el mundo donde existen cascadas submarinas de arena. Incluye 244 islas e islotes y zonas costeras de los estados de Baja California Sur, Sonora, Sinaloa y Nayarit. Contiene 4500 especies conocidas de invertebrados marinos, 181 especies de aves y 695 de plantas, de las cuales 28, sólo se encuentran en esta región.
La Convención de Sitios de Patrimonio Mundial se adoptó en 1972 para identificar el patrimonio natural y cultural de valor universal y garantizar su protección mediante mecanismos de cooperación internacional, pero respetando la soberanía de los países. México cuenta con 31 sitios en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, de los cuales 22 son culturales y tres naturales. Ahora las islas y zonas del Golfo de California están al nivel de reservas como las islas Galápagos y la Gran Barrera Arrecifal Australiana. El golfo de California y sus islas han sido considerados un laboratorio natural para la investigación de las especies.
El sitio es uno de imponente belleza natural en un marco dramático formado por islas de terrenos accidentados con altos acantilados y playas arenosas, las cuales contrastan con la brillante reflexión del desierto y las aguas de color turquesa que las rodean. La abundancia de la vida marina asociada con las espectaculares formas submarinas y transparencia de las aguas hacen de este sitio un paraíso para los buceadores.
Todos los sitios componentes incluidos en esta propiedad están ubicados dentro de nueve áreas protegidas de las cuales el 25% son terrestres y 75% son marinas, representando el 5% del área total del golfo de California. El sitio incluye pantanos templados en el norte hasta ambientes tropicales en el sur, 181 especies de aves han sido registradas, 695 especies de plantas vasculares con 28 subespecies endémicas de las islas de esa región, más que ninguna otra propiedad marina o insular en la Lista del Patrimonio Mundial. Dado que contiene más de ochocientas noventa especies de peces (unas noventa son exclusivas de la región), el golfo constituye un laboratorio natural para el estudio de la vida del mar.
Lo triste es que están disminuyendo los ejemplares de muchas especies, entre ellas una marsopa difícil de encontrar: la vaquita marina. La vaquita es el miembro más pequeño de la familia de las marsopas, pues mide un metro y medio de largo (casi cinco pies). El color de su piel varía desde el gris tenue hasta el pardo rojizo, y tiene manchas negras alrededor de los ojos. Este animalito tímido casi nunca se deja ver y no se sabe mucho de él, ya que sólo habita en las aguas poco profundas y turbias del golfo, cerca del delta del río Colorado. De hecho, no fue descubierto sino hasta 1958, cuando se hallaron los cráneos de tres ejemplares en una playa de Baja California.