10 chiles anchos, lavados, desvenados y asados
1 kilo de piloncillo, aceite para freír
2 cebollas medianas rebanadas
2 dientes de ajo finamente picados
Para los chiles verdes:
10 chiles poblanos asados, pelados y sin semillas
2 cucharadas de azúcar
1/2 taza de aceite de olivo
1/4 de taza de vinagre
Sal al gusto
2 cucharadas de aceite de olivo
1/2 cebolla finamente picada
1 diente de ajo finamente picado
5 papas grandes peladas, cortadas en cuadritos y cocidas
5 zanahorias peladas, cortadas en cuadritos y cocidas
Sal y pimienta al gusto
Se pone el piloncillo con dos tazas de agua sobre el fuego hasta que se desbarate y se haga un jarabe espesito.
En el aceite se acitronan la cebolla y el ajo y se le añaden el jarabe anterior junto con los chiles, se deja hervir todo unos minutos hasta que los chiles estén suaves y la cebolla cocida.
Se sacan los chiles y se rellenan, se acomodan en un platón y se bañan con la salsa restante.
Se ponen a desflemar 2 ó 3 horas en agua a cubrir y el azúcar.
Se rellenan, se acomodan en un refractario y se bañan con el aceite, el vinagre y sal al gusto.
Se meten al horno hasta que estén calientes, se acomodan en un platón y se sirven de inmediato.
Se calienta el aceite, ahí se acitronan la cebolla y el ajo, se agregan las papas y las zanahorias, que no deben estar demasiado cocidas, y se añade la sal y pimienta al gusto.