Se conmemora especialmente en Puebla, México; y en los estados del Sur de Estados Unidos, que en otros tiempos formaban parte de México, como California, Nuevo México y Texas, en donde la celebración tiene incluso más relevancia que otras fechas importantes, como el 16 de septiembre y el 20 de noviembre.
Batalla de Puebla |
Después de los excesos de la dictadura santannista y las batallas de la guerra de Reforma, México se encontraba en bancarrota, y sin poder saldar sus deudas con sus países acreedores; por ello, el entonces presidente Benito Juárez Presidente, propuso ante el Congreso, que aceptó y promulgó una Ley del 17 de julio de 1861, en la cual se declaraba la cesación de pagos de la deuda internacional, por el término de dos años. Los principales acreedores eran Francia, Inglaterra y España. Estos países se reunieron en la Convención de Londres en octubre de 1861 y firmaron un acuerdo de intervención en México, en defensa de sus intereses. En 1862, las armadas de España, Inglaterra y Francia desembarcaron en Veracruz dispuestas a cobrar sus préstamos. Por medio de un acuerdo preliminar que se firmó en el poblado de Soledad, Inglaterra y España se retiraron de la alianza con Francia. El 9 de abril de 1862 se disolvió definitivamente la alianza tripartita de estas tres potencias europeas para la intervención militar en México, que había mantenido bloqueado el Puerto de Veracruz.
Benito Juárez |
Francia, gobernada en ese tiempo por Napoleón III, decidió invadir México, deponer al Presidente Juárez, e instalar una Monarquía que respondiera a los intereses franceses, por lo que envió siete mil soldados al mando del general Lorencez, que salieron hacia la ciudad de México y eligió para a Maximiliano de Habsburgo como Emperador.
El Presidente Juárez le dio la orden al General Ignacio Zaragoza de detener el avance de las fuerzas armadas francesas en los fuertes de Loreto y Guadalupe cerca de la ciudad de Puebla. Zaragoza contaba con sólo (2,000) dos mil hombres.
El 5 de mayo de 1862, los cañones resonaron y los rifles dispararon y más de (1,000) mil soldados franceses cayeron muertos. Los mexicanos habían ganado la batalla, pero no la guerra. Sin embargo, esta fecha es la que simboliza el valor mexicano ante una armada tan formidable.
Derrotadas en la batalla de Puebla, se refugiaron en Orizaba mientras esperaban refuerzos para proseguir la ofensiva. Mientras tanto, Luis Bonaparte, el ambicioso sobrino de Napoleón I, se alió con grupos de conservadores mexicanos para imponer un rey europeo en el país.
Ignacio Zaragoza |
Para junio de 1864, el príncipe austriaco Maximiliano de Habsburgo y su esposa Carlota llegaron a la ciudad de México para tomar posesión del recién formado Imperio Mexicano y fueron coronados como el Emperador y la Emperatriz de México.
Los republicanos, al mando de Benito Juárez, no aceptaron la intervención extranjera. Se refugiaron en el norte del país y les pidieron ayuda a los californianos y a otras sociedades mexicano-norteamericanas con financiamiento y voluntarios para la lucha.
Estados Unidos al término de su guerra civil, presionó a Francia para que se retiraran. El retiro de las fuerzas francesas en 1867 fue obligado. Maximiliano, indefenso, tuvo que recurrir a sus antiguos aliados conservadores, los generales Miramón y Mejía, pero ya era demasiado tarde, por lo que, no pudiendo mantenerse como Emperador, abdicó con sus tropas ante el presidente Benito Juárez. Se le realizó un juicio en ausencia, llevado a cabo en el teatro municipal por un coronel y seis capitanes, sin derecho a apelaciones y sobre la base de un interrogatorio zque en su mayor parte el Emperador se negó a contestar, se lo condenó a muerte. Murió fusilado en el Cerro de las Campanas de la ciudad de Querétaro, el 19 de junio de 1867. Sus restos fueron depositados al año siguiente en la Cripta Imperial de la Iglesia de los Capuchinos, en Viena.