Frontera natural de México con Belice, esta apacible vereda líquida te ofrece bellezas naturales y aventuras como ningún otro sitio en Quintana Roo.
Los antiguos mayas lo utilizaron como ruta de comercio con pueblos asentados en ambas riberas. Siglos después, sirvió de refugio a piratas que asolaron aguas del Caribe y Bacalar, poblado español cuya laguna está ligada al río.
En años recientes fue la principal vía de comunicación entre Chetumal y Belice. A su vez, pequeñas embarcaciones atravesaban el río para comerciar en los campamentos, que al paso del tiempo dieron lugar a varias poblaciones ribereñas.
La ribera del Río Hondo es un sitio donde lo mismo podrás encontrar vegetación exuberante que bellas orquídeas, iguanas que miden más de un metro o pequeñas aves de gran colorido, canales y cenotes, además de esteros y cayos.
Elige un tour escénico de cuatro horas en pontón o en lancha. Navega el río Hondo de la Bahía de Chetumal a Bacalar atravesando el Estero de Chac en la ruta que recorrieron los piratas hace tres siglos. Este paseo es ideal para quienes gustan de la fotografía o el video, porque los cambios de color del agua mientras te acercas a la Laguna de Bacalar y la magia de la selva te fascinarán.
Además, podrás entrar en contacto con la naturaleza en un paseo corto y con un transporte seguro.
Recorre distintos tramos del río en kayac y si no lo dominas, no te preocupes, hay trechos para ser navegados por personas con distintos grados de habilidad en su utilización.
También puedes aprender en las tranquilas aguas de Laguna Milagros, a pasear en motos acuáticas por la Bahía de Chetumal.
Para quienes prefieren tener los pies en la tierra, recorre con un guía parte de la ribera a pie, a caballo o en bicicleta de montaña y conoce decenas de pequeños pueblos que conviven con la naturaleza todos los días.