El Barrio de Triana hoy conocido también como el Barrio del Encino era habitado por varias familias de andaluces, y para establecer una relación en el tiempo y el espacio diré que en lo que hoy es conocido como Jardín del Encino existía un bosque con hermosos árboles de encino sucedió lo siguiente: dos mozos andaluces en edad de merecer se enamoraron de una mujer castillana [sic], sin darse cuenta que era la misma mujer de la cual los dos estaban enamorados, sólo que el destino quiso que una noche de esas tormentosas que sólo la daga parte la tapa negra del firmamento se encontraron los dos hermanos en el bosque de Encino y ahí se dieron cuenta que amaban a la misma mujer, empezaron a pelear y un hermano logra derribar al otro, y con un puñal en mano se abalanza sobre su propio hermano para darle muerte, de pronto cae en medio de los dos un potente de rayo que para su fugaz carrera en uno de los árboles de Encino desgajándolo y cual sería el asombro de los hermanos al ver que en el centro de aquel árbol surge el Santo Cristo de Triana el Santo Señor del Encino todavía humeante por el rayo, de inmediato ellos comprenden el error que cometían, y postrados de rodillas ante la santa imagen le pidieron perdón al santo Señor del Encino y se encargaron de rendir homenaje, así es como surgió el Cristo de Triana.