Efrén Huerta Romo, más conocido como Efraín Huerta, nació en Silao, Guanajuato, en 1914, durante la Revolución mexicana, la cual tuvo un fuerte impacto en su vida y en la de México durante el siglo XX. Fue el quinto de los ocho hijos de José Mercedes Huerta (abogado y juez) y de Sara Roma. Dos de los hermanos de Efraín Huerta fallecieron durante la niñez.
La familia se mudó a Irapuato en 1917, donde sus padres se separaron. De ahí, Huerta, sus hermanos y su madre se trasladaron a León, y posteriormente, en 1925 a Querétaro. Su padre se quedó en Irapuato donde el poeta lo visitaba ocasionalmente durante su adolescencia. Huerta comenzó tarde la educación primaria en León, y fue a la secundaria en Querétaro (Colegio Civil del Estado), para después ingresar a la Academia de Bellas Artes. Durante su juventud, tuvo diferentes trabajos que incluían dibujar pósters publicitarios. En su tiempo libre, era un apasionado jugador de fútbol, por lo que más tarde se convirtió en un fan del equipo mexicano Ciudad Atlante, del que nunca se perdió un partido.
El interés de Huerta por el dibujo hizo que se mudara a la Ciudad de México cuando tenía 16 años. Vivió con algunos de sus familiares en lo que lograba ingresar a la Academia de San Carlos, sin embargo, fue rechazado. En su lugar, entró a la Preparatoria Nacional en 1931, donde estudió bajo la tutela de Julio Torri y Agustín Loera y Chávez; también entabló amistad con Rafael Solana y Carmen Toscano. Ahí, de igual manera conoció a Octavio Paz. Paz y Huerta forjaron una estrecha amistad durante sus juventudes, al compartir intereses sociales, políticos y literarios; no obstante en la edad adulta se separaron al divergir sus opiniones políticas. Huerta permaneció en la Ciudad de México por el resto de su vida
En 1933, Huerta entró a la Universidad Autónoma de México para estudiar leyes, en la cual sólo permaneció por dos años. Fue durante estos años cuando cambió su nombre de Efrén a Efraín, como sugirió Rafael Solana, para una mejor fonética. Por un lapso corto, también llegó a utilizar la versión hebrea Ephraím. Continuó escribiendo poesía a pesar de estudiar leyes, y cuando se publicó en 1935, su libro Absoluto amor (que dedicó a Adela María Salinas) dejó la escuela para dedicarse de lleno a la escritura.
En 1973, Efraín Huerta fue diagnosticado con cáncer de laringe; removieron el órgano y así logró sobrevivir al cáncer, que lo dejó casi sin voz, haciendo necesario que tomara rehabilitación para poder volver a hablar. Murió días después en la Ciudad de México, a causa de la falla de un riñón debido a la fuerte lucha que mantuvo contra el cáncer. Fue sepultado en Xochitepec a la de edad de 67 años.
Huerta es mayormente conocido por su poesía, que inició en sus tiempos de estudiante. Su primera publicación fue el poema titulado "El Bajío", que apareció en el periódico local llamado La Lucha, más tarde también se le publicó "Tarde provinciana". Su primer libro fue "Absoluto amor", publicado en 1935, del cual sólo quedan pocas copias. El éxito del libro convenció a Huerta de dedicarse completamente a la poesía, a la política y al periodismo.
La primera publicación que tuvo reconocimiento generalizado fue "Los hombres del alba" (1944). En este libro, la Ciudad de México hace su aparición como tema por primera vez. Posteriormente publicó "Línea del alba" (1946), el cual contiene temas similares y una compilación de poemas anteriormente publicado en revistas como Taller.
En 1950 da a conocer un pequeño volumen con seis poemas llamados "La rosa primitiva", que fue virtualmente ignorado por los críticos de su tiempos. "El Tajín" (1935) también forma parte de su trabajo importante, su nombre viene de la zona arqueológica del Tajín, que se encuentra en el norte de Veracruz. en 1956 publicó los "Poemas del viaje", inspirado de sus viajes a Estados Unidos, la Unión Soviética y Europa del Este, habla de sus observaciones políticas y sociales; también contiene algunos poemas de su hijo David, los cuales fueron escritos durante su estancia en Checoslovaquia. En es transcurso de ese año, se publicó "Estrella en alto", la cual es una mezcla de poemas de amor y tópicos políticos.
Sus escritos más recientes incluyen: "Poemas prohibidos y de amor" (1973), "Trama poética" (1980), que es una antología de sus trabajos previos no publicados. Además de "Estampida de poemínimos" (1981), y "Amor patria mía" (1981).
Su estilo tiene influencia de Juan Ramón Jiménez, la Generación del 27, los Contemporáneos y Pablo Neruda. Convirtiéndose así, en miembro del Taller Generación en México, junto con Octavio Paz, Rafael Solana, Salvador Toscano, entre otros; cuya característica más prominente era la repudia hacia el lirismo subjetivo y estético, que era cambiado por la idea de solidaridad universal. También esta generación es conocida por su militancia poética y política. Su trabajo puede leerse como una continuidad de la filosofía de Whitman con su rebelde inconformidad y vitalidad, pero con un lirismo anti-retórico.
Gracias a sus años en la escuela de leyes, su trabajo se impregnó de la lógica y la dicción de este campo; no obstante, con el tiempo, Huerta abandonaría los formatos de su juventud para reformar su estilo completamente. Al hacerlo, difirió y fue reaceo al romanticismo y simbolismo de su época. Privilegió el uso de las analogías y el realismo coloquial, que deriva de la influencia de José Emilio Pacheco; esto convierte a su estilo en algo mucho menos académico y mucho más coloquial, que podría definirse como un anti-poema.
En su última fase de producción, Huerta desarrolló una nueva tendencia: los poemínimos, los cuales son pequeños versos juguetones, donde se exploran tópicos con humor, ironía, cinismo y sarcasmo. Su primera aparición fue en la revista Comunidad y en La Cultura de México.