Nació en Coyame, distrito de Iturbide, Chihuahua, el 16 de abril de 1870. Sus padres, Teodoro Ortega e Isidra Ramírez, se trasladaron a Cuchillo Parado, lugar donde Toribio se crió y convivió toda su infancia, pues allí realizó sus estudios primarios.
A los catorce años trabajó como dependiente en una tienda propiedad de Mariano Sandoval en la Ciudad de México. Regresó a Cuchillo Parado en 1896, estableciéndose como pequeño comerciante. Desde entonces se manifestó en contra del caciquismo de los Creel y los Terrazas, a nivel Chihuahua; de Ezequiel Montes en su pueblo y en contra de las supuestas anticonstitucionales jefaturas políticas. Uno de sus hijos era Trinidad Ortega.
La historia nacional cuenta que la Revolución Mexicana inició el 20 de noviembre de 1910, otros registros afirman que ésta inició en Puebla, dos días antes, con los hermanos Serdán: los primeros mártires del movimiento. Pero fue el municipio de Coyame del Soto, en el estado de Chihuahua, México, en la localicad de Cuchillo Parado: La cuna de la Revolución Mexicana, y fue Toribio Ortega quien bajo los ideales de libertad y democracia, luchó antes que nadie por un cambio en la sociedad mexicana.
Allá, entre las montañas ricas en minerales, el 14 de noviembre de 1910, al frente de 70 soldados -en su mayoría desarmados pues eran campesinos, Toribio Ortega se levantó en armas contra el régimen porfirista y el caciquismo de los Creel y los Terrazas, a nivel Chihuahua.
Toribio Ortega fue uno de los generales de la División del Norte con mayor claridad política: desde 1903 encabezó la Asociación de Habitantes de Cuchillo Parado, la que tenía por objeto continuar la disputa legal que los campesinos de ese pueblo sostenían contra el hacendado Carlos Muñoz, quien se apoderó de muchas de las tierras que el pueblo tenía amparadas por títulos de propiedad, otorgados por el presidente Benito Juárez en 1865.
A partir del 14 de noviembre de 1910, Toribio Ortega Se alió al jefe del movimiento maderista en Chihuahua, Abraham González, bajo las órdenes directas de Pascual Orozco, con quien participó en el combate de Ojinaga y en la toma de Chihuahua, junto a él organizó y jefaturó la Brigada “González Ortega”, de la División del Norte constitucionalista.
Sirviendo a Pancho Villa, jefe de la división del Norte, el general Toribio Ortega Ramírez fue reconocido por el caudillo como “el más leal” de los combatientes, quien conocía las verdaderas causas de la lucha armada y quien instruía de la manera correcta a su pequeño grupo de hombres.
Después de la firma de Los Tratados de Ciudad Juárez, que fue el acuerdo de paz firmado el 21 de mayo de 1911, entre el Presidente de México, Porfirio Díaz, y el revolucionario Francisco I. Madero, tras la toma de Ciudad Juárez, y que puso fin a los combates entre las fuerzas que apoyaban a Madero y las que apoyaban a Díaz, Toribio Ortega regresó a su natal cuchillo parado para seguir con su trabajo en la cosecha.
En 1914, durante el episodio de la decena trágica Toribio Ortega regresó a la batalla, se reincorporó a las fuerzas que comandaba Francisco Villa en San Buenaventura, Chihuahua, y fue nombrado comandante segundo al mando de su brigada. Hizo campaña en su estado, participando en las batallas de San Andrés, Ciudad Camargo y Avilés.
“…Y cuando Madero llamó a la revuelta, Ortega se comprometió a levantarse puntualmente el 20 de noviembre… lo que no cumplió, pues el día 13 recibió el aviso de que gendarmes montados habían salido del pueblo de Coyame para aprehenderlo a él y a sus principales partidarios, por lo que al amanecer del día 14 se apoderó del pueblo y se retiró a la sierra del Pegüis para esperar el día 20. Desde entonces, la gente de Cuchillo Parado reclama para sí el honor de haber empezado la revolución, pues Ortega y los suyos se levantaron en armas cuatro días antes de que en Puebla cayera Aquiles Serdán”.
Durante batalla, Ortega enfermó seriamente y Francisco Villa tomó la decisión de enviarlo a la ciudad de Chihuahua, donde murió en 1916, a causa de la tifoidea.