J. Jesús Gonzaléz Ortega nació en el municipio de Valparaíso, Zacatecas en 1822; fue un militar y defensor de las ideas liberales. Sus ideales lo llevaron a realizar grandes episodios en la vida histórica de México, demostrando su heroísmo en la Guerra de Reforma e Intervención Francesa.
En 1958 ocupó el cargo de diputado de Zacatecas cuando comenzaron las fuerzas conservadoras que mandaba Leonardo Márquez. Ello motivó que el gobernador renunciara a su cargo y quisiera entregar el gobierno a una junta de nobles; González Ortega se opuso a esta solución anticonstitucional. En 1958 fue nombrado gobernador.
Organizó unas fuerzas populares con las que, el 16 de enero de 1859, derrotó a los conservadores en Zacatecas (mandados por el general Woll) y en Sombrerete, y recuperó la capital de su Estado. Consiguió hacer prisionero al General Rómulo Díaz de la Vega y más tarde lo liberó. Venció a Silverio Ramírez en Peñuelas, a Miramón de Silao (10 de agosto) y ocupó Querétaro. Después de otras batallas, el 22 de diciembre de 1860 se enfrenta al grueso del ejército conservador en Calpulalpan y lo vence definitivamente. Fue la segunda derrota de Miramón frente a González Ortega. Después de la importante batalla de Calpulalpan, llega a México y entrega el poder a Juárez, que le nombra ministro de Guerra, pero tarda sólo cuatro meses en renunciar al cargo por las discrepancias con el presidente. Fue nombrado por el Congreso de la Unión (donde tenía grandes influencias), presidente de la Suprema Corte, puesto que le daba la vicepresidencia de la República; mientras perseguía a los conservadores después de la muerte de Ocampo, Degollado y Leandro Valle. Las fuerzas de González Ortega atacaron en Jalatlalco, la noche del 13 al 14 de agosto, a las tropas de Márquez y Zuloaga, a las que también vencieron. Estos éxitos aumentaron su prestigio y las diferencias con Juárez, que le mandó a perseguir a Mejía sin las suficientes fuerzas. González Ortega renunció. En el comienzo de la Guerra de intervención, muerto Zaragoza y llegados los refuerzos franceses con el desembarco de Forey, González Ortega fue nombrado jefe del Ejército de Oriente. Defendió Puebla durante 62 días. Se rindió incondicionalmente por falta de materiales con que continuar la lucha; detenido, iba a ser deportado a Francia cuando escapó al pasar por Orizaba. Nunca llegó a reconocer al Imperio. Marchó a Estados Unidos. Terminado el período constitucional del Gobierno de Juárez, se le planteó el problema de la sucesión, que debía de corresponder a González Ortega como vicepresidente que era; pero Juárez decretó la prorrogación de su período presidencial. Acusado de abandonar el país y las tropas sin permiso del Ejecutivo, llega a territorio mexicano el 22 de diciembre de 1866 y lanza un manifiesto contra el presidente Juárez. En lugar de presentarse ante las tropas que le eran leales, el 8 de enero de 1867 se presenta ante gobernador de Zacateas, quien lo detiene y lo manda a Monterrey. Estando en la cárcel, es elegido diputado al Congreso General, cargo al que renuncia. Una vez libre, se retira a Saltillo y se niega a ser gobernador de Zacateas. El 6 de enero de 1881 el presidente, general Manuel González lo nombra general. Poco después moriría en Saltillo Coahuila. Sus restos mortales fueron llevados a la Rotonda de los Hombres Ilustres.