En San Antonio existía una hermosa hacienda al estilo español con sus bóvedas catalanas y largos corredores techados con vista al huerto, Hacienda que fue construida por la familia Hidalgo en el año de 1888 la cual estuvo en renta durante muchos años ya que los dueños no la querían habitar debido a que era muy fría incluso en verano.
Cuentan que en 1889 un Teniente fue enviado al entonces territorio sur y al enterarse de la riqueza que existía en San Antonio y El Triunfo, prácticamente obligaba a las personas acaudaladas a que le pagaran grandes cantidades de dinero sin motivo aparente, la familia Deschant que vivía en la hacienda fue encontrada sin vida; algunos dicen que porque se negaron a pagar lo que le exigía aquel teniente.
La dueña de la hacienda Hipolita Hidalgo regreso a vivir a su propiedad y tiempo después fue detenida y llevada a la cárcel pública pues se le culpó de robo y asesinato en La Paz y Todos Santos, la hacienda estuvo en el abandono desde 1892 pues a partir de que su inquilina Hipolita la abandonó las personas que vivían en el poblado decían escuchar gritos y llantos desgarradores que parecían provenir de el interior de aquella hacienda de donde se decía que podían ser vistas sombras y siluetas que avanzaban en todas direcciones.
La historia de los supuestos espantos fue muy comentada incluso llegó a los Estados Unidos y desde Philadelphia llegaron unos periodistas que fotografiaron el lugar en 1901.
Según lo que cuenta la conseja popular en el ciclón de 1939 aquella hacienda desapareció y con ella los gritos y las extrañas apariciones que supuestamente ocurrirán en su interior.