El canto cardenche es un género vocal de la música popular mexicana que se considera en peligro de extinción.
Es practicado tradicionalmente por campesinos de las poblaciones de Sapioriz, Durango y la Flor de Jimulco, Coahuila, en la Comarca Lagunera, aunque parece que el único lugar en donde se conserva viva la tradición es el ejido Sapioriz. Su nombre proviene de una cactácea cuyas espinas lastiman bastante cuando se entierran en la piel debido a que tiene pequeños filamentos que se abren al intentar sacarla. Así, las canciones cardenches se distinguen por tratar temas muy dramáticos, principalmente del “mal de amores”.
Las canciones son cantadas tradicionalmente a tres voces (primera, de arrastre o marrana y contralta) a capella. A veces se agregan otras dos voces, que son la quinta y la arrequinta, ambas más agudas que la primera. El legado musical cardenche ha sido transmitido de generación en generación desde los años 30 aproximadamente.
En la zona de la Comarca Lagunera es conocido como “canto de basurero” o “canciones de basura”, de “borrachitos”, “laboreñas” o de “cerca” debido a que es costumbre de los campesinos improvisar estas canciones al terminar su jornada laboral, acompañándose de la bebida alcohólica local, llamada sotol, conocida entre los lugareños como “la pastillita”, nombre que le dan argumentanto que la deben de tomar antes de cantar para abrir su garganta.
Cardencheros de Sapioriz |
Existe una variante emparentada con el corrido llamada tragedia o corrido acardenchado que también se canta a capella. El canto cardenche tuvo mucha influencia en otros géneros populares como el canto de pastorelas, que en caso de Sapioriz y la Flor de Jimulco, también se cantaban medio acardenchados.
Desafortunadamente queda un solo grupo que se dedica al canto cardenche, el nombre del grupo es “Los Cardencheros de Sapioriz” y está integrado por Guadalupe Salazar, Antonio Valles, Fidel Elizalde y Genaro Chavarría. Este grupo representa la última generación de cardencheros de la región, entre los que también destacaron Juan Sánchez Ponce, Eduardo Elizalde y Pablo García en Sapioriz, y Francisco Orona, Andrés Adame y Francisco Beltrán en La Flor de Jimulco.
Algunas de las canciones más representativas del género son: Al pie de un árbol, Yo ya me voy a morir a los desiertos, No sé por qué, Joya de la Laguna y Una espina en la voz.
Al pie de un árbol
Al pie de un árbol
mi alma se encuentra triste,
y aluminada
con la luz de la mañana.
Salió y me dijo
que era esperanza vana
volverla a ver,
mejor me duermo yo.
La vide venir
más no creía que era ella
yo me acerqué hacia el pie
de su ventana.
Salió y me dijo
que era esperanza vana
volverla a ver,
mejor me duermo yo.
Quisiera ser
una garza morena
para estarte mirando
en una redoma de oro.
Pero trigueñita,
nomás que me acuerdo lloro,
¿quién tiene la culpa?
usted, que me abandonó.