Historia del Sitio
Durante la época Clásica (150-900 después de Cristo) Teotihuacan absorbió dentro de sus redes de dominio al territorio morelense incluyendo Yautepec. Durante el Posclásico Temprano (1000 a 1150 después de Cristo), se sabe que algunos grupos sociales debieron haber sostenido cierto grado de integración con el imperio tolteca, cuyo centro rector se encontraba en la ciudad de Tula en el actual estado de Hidalgo.
Alrededor del año 1220 llegaron a Morelos grupos tlahuicas (de lengua náhuatl, de acuerdo a la mención del Códice Mendocino). Tomaron como capital a Cuauhnáhuac (Cuernavaca) y de aquí expanden su área de influencia hacia Yautepec, Huaxtepec, Yecapichtlan y Tlaquiltenango. Los sucesos históricos de Yautepec antes de la entrada de los españoles, estuvieron fuertemente ligados a los acontecimientos del valle de México, ya que con la llegada de los mexicas se integraron a su sistema social.
No es sino hasta el reinado de Itzcóatl y la creación de la Triple Alianza en 1438, cuando Cuauhnáhuac, Yautepec y otras ciudades fueron formalmente conquistadas y obligadas a enviar a Tenochtitlan el pago de tributos. Con la pérdida de su independencia, Cuauhnáhuac tuvo varios enfrentamientos con Tenochtitlan, mismos que fueron sofocados por los mexicas a partir de conquistas y reconquistas. Netzahualcóyotl, señor de Texcoco toma Yautepec y, Moctezuma Ilhuicamina, lo hace dos veces. El resultado de estos enfrentamientos fue la subordinación e integración de la región de Cuauhnáhuac-Yautepec a las actividades del imperio Mexica, ya que sus habitantes fueron obligados a participar en las campañas militares de sus conquistadores, en la construcción de sus edificios y en la creación de los jardines de Netzahualcóyotl en Texcoco, aunque, contradictoriamente, la nobleza de Yautepec era también invitada a ciertos eventos como coronaciones, funerales, ceremonias rituales y conmemoraciones.
Los pobladores de esta comunidad permanecieron largo tiempo ocupando los edificios de la ciudad, sobreponiendo nuevas construcciones a las ya existentes. en la época colonial gran parte de aquellas estructuras prehispánicas fueron destruidas y otras están cubiertas por el asentamiento del pueblo actual. muchos de sus materiales arquitectónicos se utilizaron para hacer iglesias, edificios públicos y civiles.
A la llegada de los españoles la ciudad contaba con varias construcciones donde habitaban sus gobernantes, plataformas piramidales que sostenían templos, plazas, unidades habitacionales y casas aisladas. Las Relaciones Geográficas, escritas en 1580 y extraviadas desde el siglo XVII, describían con detalle a esta sociedad.
Recorrido
El edificio que hoy se puede visitar fue uno de los más importantes de la ciudad prehispánica de Yautepec y el único que se ha logrado conservar de ella. Se localiza al suroeste del pueblo actual y consta de una enorme plataforma piramidal de planta rectangular que sostiene a uno de los palacios reales de la ciudad, Tecpan, que fue ocupado durante los periodos Posclásico medio y Tardío (1220 a 1521 después de Cristo). Las dimensiones de este edificio (95 metros de largo por 75 de ancho y 9 de alto), y su ubicación estratégica sobre la loma, no responden a una mera casualidad, ya que desde este lugar sus habitantes podían ejercer el control político y social del común de la población utilizando el impacto visual de la misma estructura para reforzar su poder; se calcula que la ciudad abarcaba alrededor de 197.5 hectáreas donde pudieron haber vivido unos 11,500 individuos.
El palacio real o Tecpan, ocupado por los tlahuica-mexica, fue la residencia tanto de los dirigentes de la población, una nobleza bien establecida y sus servidores, como de los tlamatinime (los conocedores del mundo del arte y del símbolo, el sabio que observa a las estrellas) y los tlacuilos o pintores, como lo demuestran los restos hallados de diversos fragmentos policromos de estuco pintado con contenidos iconográficos vinculados con la cosmovisión, la religión y la estructura del poder. Entre estos estucos destacan la representación de una faja celeste con sistemas de signos referentes a las gotas de lluvia, seis glifos de Venus o luces astrales con motivos de copal que penden de una banda de color azul maya semejando el cielo; representaciones con puntos blancos –como estrellas– sobre un cielo negro asociados al tocado de plumas blancas y azules, orejera y mandíbula de la deidad nocturna. Otro conjunto del mural muestra su sistema ordenado de nueve pares de ojos pintados sobre un fondo amarillo-ocre con puntos negros, significando el culto al jaguar, la muerte o la tierra. Algunos fragmentos del mural presentan dos insignias de nobleza de guerreros o gobernantes del palacio; en otro grupo se destaca el signo de la turquesa, semejante a la mencionada para Xiuhtpec (Jiutepec) en la Matrícula de Tributos.
Evidencias arquitectónicas nos permiten afirmar que el Tecpan fue descubierto con otras estructuras en dos ocasiones. Los siete cuartos que pueden visitarse actualmente corresponden al edificio más antiguo, en ellos residían las personas que prestaban sus servicios a los dirigentes. En la habitación 5 se procesaban alimentos (cocina, fogón y basurero al exterior). Es de suponerse que en ese momento las escaleras que daban acceso al palacio y a las habitaciones reales se encontraban por su cara este (aún sin excavar).
Posteriormente se cubre el edificio con una plataforma de mayores dimensiones; los techos de los siete cuartos anteriormente mencionados son destruidos y sus restos fueron rellenados para erigir sobre ellos, modificando el uso de sus espacios, pero conservando todavía el acceso principal por el oriente.
Más tarde el basamentos piramidal es ampliado en sus dimensiones y girando abruptamente en la orientación de su acceso, dirigiéndolo hacia el poniente, donde edificaron las escaleras que actualmente puede observar el visitante. Los cuartos del Tecpan fueron destruidos completamente hasta sus arranques para adecuarlos como una plaza (quizá con la intención de permitir el acceso a un mayor número de individuos a esta área del palacio) y se destruye así el mural de estuco policromado, alterando con todas estas acciones un sistema de signos donde se había plasmado parte de la cosmogonía de esta sociedad.
Importancia del Sitio
De acuerdo a la interpretación de su glifo, Yautepec significa “en el cerro del yauhtli”, de yauhtli: planta silvestre, de olor y sabor semejante al anís, que actualmente se conoce como “pericón”; tepetl: cerro, y la letra c: contracción co, preposición que significa en. La importancia de este sitio radica en los restos animales que se han encontrado en los alrededores, como mamuts (fauna pleistocénica).
Cuenta con servicios sanitarios, áreas de descanso y custodios.
Fuente: INAH